TRAS LOS PASOS DEL RÍO BOGOTÁ

Objetivos:

  • Reconocer el recorrido del rio Bogotá, su deterioro y graves afectaciones ambientales debidas a la intervención humana.
  • Comprender nuestro papel y la incidencia de nuestras acciones en la contaminación del río Bogotá y plantear acciones que desde mi casa, colegio, barrio y entorno en general contribuyan a la recuperación del río.

Justificación:

El 12 de mayo, se conmemora el Día del Río Bogotá, una fecha para llamar la atención de todos y reconocer y exaltar la importancia ambiental, social y económica de este cuerpo de agua, que es uno de los más importantes del país, ya que atraviesa durante su viaje 47 municipios, entre ellos la capital del país e influye en la vida de más de doce millones de personas. Pese a su importancia, se ha visto afectado por las basuras y vertimientos aportados por los cerca de 12 millones de personas que habitamos en las 589.143 hectáreas de su cuenca hidrográfica. Cuidar, recuperar y mantener el río libre de contaminación es responsabilidad de todos.

El río se divide en tres cuencas:

DONDE NACE EL RÍO (cuenca alta):

El río Bogotá se ubica en el altiplano cundiboyacense, de noreste a sureste del departamento de Cundinamarca. Nace en el nororiente del municipio de Villapinzón a 3.300 metros sobre el nivel del mar (msnm), en el Páramo de Guacheneque. Guacheneque representa uno de los abastecimientos hídricos más importantes para Bogotá y Colombia, su espectacular fauna y flora del bosque alto andino se entremezcla con diversos espectáculos y espacios naturales como el pozo de la nutria y varias lagunas rodeadas de especies endémicas y protegidas. Allí nacen fuentes de aguas cristalinas que, sin saberlo, posteriormente confluyen como aguas residuales sobre uno de los ríos más contaminados del planeta: nuestro río Bogotá. (tomado de https://blogs.elespectador.com/actualidad/el-rio/tour-virtual-recorra-en-360o-la-cuna-del-rio-bogota).

Recorrido virtual por el páramo de Guacheneque: ingresa al siguiente enlace: https://roundme.com/tour/35052/view/85374/, y da clic sobre el botón start.

LLEGANDO A BOGOTÁ (Cuenca media):

El río recibe su golpe más contundente en la cuenca media, un derechazo repleto de aguas residuales, basuras e indiferencia ciudadana que lo noquea y manda a cuidados intensivos. Los 90 kilómetros de la cuenca media del río Bogotá, que va desde el puente de la Virgen en Cota hasta las compuertas de Alicachín en Soacha, lucen oscuros e inhóspitos. Los principales protagonistas de este panorama somos los más de nueve millones de habitantes de Bogotá y Soacha, quienes le depositamos al día 690 toneladas de carga contaminante, entre residuos sólidos, arenas, grasas y vertimientos.

UN RÍO QUE AGONIZA (Cuenca baja):

Luego de su paso por la capital del país y el municipio de Soacha, el río Bogotá queda prácticamente sin vida. Por eso, los 120 kilómetros de la cuenca baja están gobernados por el abandono. Por la contaminación de sus aguas, las casi 300.000 personas que habitan en los 14 municipios que hacen parte de la cuenca baja de río Bogotá, le dieron la espalda. Son pocos los que se atreven a utilizarlo para algún fin agropecuario, porque saben que su maltratado cuerpo está casi muerto. En Girardot terminan los 380 kilómetros del río Bogotá. Después de padecer por toda clase de impactos, descargas y la indiferencia de muchos, le entrega al Magdalena una carga contaminante significante, razón por la cual su desembocadura es una mezcla de colores negros con cafés.

¿Qué podemos hacer para salvar al río?

El manejo de los diferentes tipos de residuos es tal vez el mayor de los problemas de la contaminación del río Bogotá. El sistema de recolección y gestión actual no es robusto para garantizar que algunos contaminantes no lleguen directamente al río (CAR, 2018a). Por esto es importante reciclar, reutilizar y separar en nuestros hogares y oficinas. Así, los diferentes actores que gestionan los residuos pueden actuar eficientemente.

  • No arrojar aceite en el lavaplatos: Las grasas y aceites son de los contaminantes más difíciles de retirar de los cuerpos de agua. Este tipo de residuos tiene canales específicos de recolección a los que se les da el adecuado manejo.
  • No arrojes material orgánico en los sifones ni basura a la calle: La materia orgánica puede parecer un mal menor en la contaminación del agua, pero esta es responsable del fenómeno de eutrofización. Dicho fenómeno consiste en la saturación de nutrientes en el agua que fomenta el crecimiento de algas y plantas. Esto acaba con el oxígeno disuelto en el agua, amenazando la biodiversidad del río.
  • Usando detergentes que cuiden el ambiente: Los detergentes tradicionales aportan al agua tensoactivos. Estos componentes son persistentes y difíciles de remover del agua. En Bogotá, los tensoactivos son de los elementos con mayor incidencia en la baja calidad del agua de los ríos Salitre, Fucha, Torca y Tunjuelo (Pérez y Zamora, 2015).

Acciones como estas pueden tener gran impacto en la disminución de la contaminación del río Bogotá. Protegen además la biodiversidad y los ecosistemas de una gran parte de la región, e incluso el país.

La contaminación del río Bogotá llega hasta los mares a través del río Magdalena. Si todos ponemos nuestro granito de arena, en el futuro podremos disfrutar del río como centro de vida y dinamismo de la capital.

Docentes responsables:

  • Amira Garnica
  • Diana Ortiz
  • Elvira Cuellar
  • Wimar Jiménez